Como no había sucedido antes, la 37ª Feria Internacional del Libro de Santiago entregó un lugar central dentro de la estructura de la exhibición a la edición independiente, de la mano de Editores de Chile. Por primera vez, tras años de trabajo, nuestra asociación instaló su stand en un espacio importante en la nave central de la Estación Mapocho, haciendo más visible la bibliodiversidad nacional, alojando más de 400 títulos de más de una veintena de editoriales.
Entre el 26 de octubre y el 12 de noviembre, además del stand, Editores de Chile participó con diferentes actividades. Durante el primer fin de semana, sorprendimos al público con un flashmob musical. A las 13:00 horas del sábado 28 de octubre unas disimuladas visitantes a nuestro stand comenzaron a unirse lentamente cantando alrededor de algunas percusiones y baile. El coro ciudadano Cantoría Popular de Mujeres El Bosque atrajo la atención del público en torno a nuestro stand, con parte de su repertorio. Luego siguieron su concierto en el Espacio Norte, con más ritmos de Latinoamérica. Además, el 9 de noviembre, Editores de Chile abrió la Sala de las Artes con la presentación de De Perilla y su jazz huachaca.
También nuestros socios participantes en FILSA prepararon sus propias sorpresas para invitar al público: firmas de libros, presentaciones y lanzamientos, fueron parte de un programa cultural que -en total- se conformó por cerca de 150 actividades.
En el marco de la feria se desarrolló una actividad de especial relevancia para nuestra asociación: el II Plenario de la Política Nacional de la Lectura y el Libro 2015-2020, en cuya implementación Editores de Chile ha participado activamente. En esta instancia, el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, afirmó que el 81% de las medidas presentan estado de avance.
Fueron 18 jornadas de FILSA 2017, que cerró sus puertas mirando a la próxima edición: ya se anunció que el invitado de honor será Perú.